La pandemia de COVID-19 transformó profundamente la vida de estudiantes en Colombia y en todo el mundo, generando un impacto sin precedentes en el acceso a la educación y en el bienestar físico y emocional de millones de niños, adolescentes y jóvenes.

Desde el cierre masivo de instituciones educativas hasta la implementación acelerada de herramientas digitales, el contexto educativo y las desigualdades preexistentes se vieron exacerbados, especialmente en los países en desarrollo.

Uno de los principales efectos de la pandemia en la población estudiantil fue la interrupción prolongada de las clases presenciales. Según datos de la UNESCO, en el punto más alto de la pandemia, más del 90% de los estudiantes en el mundo dejaron de asistir a la escuela, afectando a cerca de 1.600 millones de personas.

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