Felipe Betancur fue premiado como innovador social del 2016 por la revista 'MIT Technology Review'.
Felipe Betancur fue premiado como el innovador social del año por la revista 'MIT Technology Review' el año pasado. Tiene 33 años e inventa dispositivos de bajo costo para personas en condición de discapacidad.
Betancur ofició como comerciante de partes electrónicas por 14 años, pero la frialdad del ámbito de las ventas lo llevó a replantear su proyecto de vida. Necesitaba sentirse útil para la sociedad. Tampoco lo convenció la carrera de Ingeniería de Producción que estudiaba en la Universidad Eafit y la abandonó. En el 2007, asistió a una entrega de regalos para niños afectados por un incendio de 200 viviendas en su ciudad, Medellín, donde sintió tal alegría al ayudar a los demás, que decidió que se ganaría la vida de esa forma, se consigna en un perfil publicado por el 'MIT Technology Review'.
Desde niño, su pasión había sido la tecnología. Admiraba el ingenio de McGyver para convertir cualquier objeto en un artilugio de salvación. La encantaban los giros dramáticos e insospechados de 'Misión Imposible'. Se asombraba con los inventos geniales que salvaban la vida de James Bond y el Inspector Gadget. Desde niño fue inventor y autodidacta. Incluso, se ganaba la vida vendiendo algunas de sus creaciones a sus compañeros de clase.
Cayó en la cuenta de que había personas con dificultades para acceder a la tecnología que tanto le apasionaba y se decidió a ayudarlos. Sentó las bases de la Fundación Podemos Ayudar y lideró el proyecto Accesibilidad Digital. Con su talento innato, diseña tutoriales, en video, para que cualquier persona en condición de discapacidad pueda acercarse a la tecnología sin gastar mucho dinero.
En esos tutoriales, que sube a un canal de YouTube llamado Ayudas para Todos (bit.ly/2kxr10A), Betancur enseña cómo fabricar un mouse que pueda ser operado con el pie acoplándole un cucharón plástico (lo cual es útil para una persona con dificultades en sus extremidades superiores), cómo elaborar un timbre visual para personas con problemas auditivos o cómo adaptar el ajedrez para que los individuos con discapacidad visual puedan gozar del juego. Estas son solo algunas de sus casi 80 soluciones. No ha patentado ninguna porque su prioridad es que ese conocimiento sea libre.
En el canal también ha compartido tutoriales de lenguaje de señas y recomienda aplicaciones idóneas para facilitar la cotidianidad de personas con algún tipo de discapacidad. El canal ya suma más de 124.000 suscriptores y acumula cerca de 25 millones de vistas. “El contenido ha ayudado a personas de todo el mundo: desde Colombia, por supuesto, hasta Japón e India”, le contó a EL TIEMPO.
El conocimiento que comparte, lo aprendió por su cuenta. Es un innovador empírico. “Me di cuenta de que la gente no sabía braille e hice un curso. Hice de igual forma con el lenguaje de señas”.
La labor de Betancur no solo es virtual. También organiza talleres presenciales en 121 de los 124 municipios de Antioquia. En ellos se convoca a alrededor de 30 personas. Los asistentes aprenden lenguaje de señas en diez minutos; además, se les imparte un curso rápido de braille con ayuda de unos pimpones y unos cartones para huevos. Como parte de las lecciones, se les recomienda software gratuito para las personas con discapacidad.
Su objetivo es crecer a escala nacional e internacional. Quiere abrir una academia virtual enfocada en cursos de accesibilidad y planea montar una empresa donde se contrate a personas con discapacidad para que fabriquen dispositivos accesibles y de bajo costo.
Para ser innovador, Betancur recomienda “salirse de lo tradicional, romper con las reglas, y atreverse a pensar diferente”. “Busquemos soluciones reales a problemas reales”, concluye.
Fuente:
ÉDGAR MEDINA
Tecnósfera
@EdgarMed en Twitter
leosil@eltiempo.com
Fecha:
22 de Mayo de 2017 Lugar: Colombia Regresar |
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